martes, 19 de junio de 2018

MI lugar

Hoy, caminando por las calles de Barcelona, de repente sentí una tristeza (o algo así).
La verdad es que no tenía razones para sentirme así, asique me puse a investigar de dónde venía. Trataba de entender que era esa congoja, era por algo del pasado? Era estar sola? Era algo relacionado a mi madre? Sentía algún vacío? No.
Era otra cosa, más sutil, algo se estaba desprendiendo, un sueño, una ilusión, un algo.
Y fue ahí, lentamente, que me fui percatando. Fui pensando en mis amigas que vengo a visitar acá… en lo que ellas están viviendo, en esa sutil envidia, admiración, fascinación que siento cuando me cuentan de sus historias, de estar viviendo esta experiencia de vivir en el extranjero, de la duda frente a cual es su hogar, su lugar, de estar estudiando algo, de hacer esa experiencia afuera.
Pero cuando sentía su emoción y felicidad y esa libertad que sentís cuando no vivís en tu lugar de nacimiento, me daba cuenta que yo no quería esa experiencia del extranjero para mi, de hecho ni sentía grandes ganas de hacer viajes turísticos o largos.
El viajar tomó otro sabor, otro color, otras palabras. Ya no es viajar, ya no es aventura. Ahora es ir a visitar. Es ir con un objetivo específico, es algo más relacionado al corazón. Ahora voy porque quiero estar con mi amiga, no por que quiera ver la Sagrada Familia de Gaudí o todas sus hermosas casa. Y si bien esto me esta movilizando y me cuesta expresarlo por “miedo al que dirán” y al “pero para que viajas?” o el “desaprovechaste el viaje”, me doy cuenta que ya todo tiene otro tinte. Voy por que quiero ver a personas, por que quiero aquello que me pasa cuando estoy con ellas, en Buenos Aires, India, Brasil o España. Me gusta estar en los lugares de local, no de turista. Si, a veces solo se trata de caminar a paso lento una calle y disfrutar el sentir de ese lugar.
Buscando un poco más profundo en ese sentir, reconocí que ya no me identificaba con el eterno viajero, ni con la Wanderlust. Ya no.
Ya encontré mi lugar, ya se lo que quiero hacer, ya se que me gusta Buenos Aires y hasta con cierta culpa me acepto que me encanta vivir ahí y que no quisiera estar en otro lugar. Que no anhelo encontrar MI ciudad, MI lugar en el mundo, por que esa búsqueda cesó.
Una parte mía le encantaría seguir siendo esa eterna buscadora, esa eterna viajera, esa persona que dice: "el mundo es mi hogar, no tengo un hogar específico". Que en parte lo sigue siendo, por que no importa donde esté, estoy en casa por que mi casa es el corazón del mundo, mi corazón. Pero ya tengo donde volver y decir: "ahh si, llegue."

Y es dificil dejar atrás aquello que sentías ser, aquello que anhelabas de alguna forma convertirse en tu vida.
Escribo acá, desde el escritorio de mi amiga y digo que ganas que sea mi escritorio, que Barcelona sea mi ciudad momentánea, pero al mismo tiempo se que no es así. Que quizá se trate más de comprarme un escritorio así de lindo con unas horquídeas bellas como estas y crearme un espacio BELLO, dentro de mi casa para mi, para escribir, para trabajar.
Que es hora de poner aún más bello mi hogar porque sé que lo seguirá siendo por un tiempo largo.
A una parte de mi le cuesta, porque ama el cambio, ama lo mutable. Pero la verdad es que mi profesión es mutable, que yo soy mutable, que cada día es diferente.
Que hasta vivir en un mismo lugar trae cambio.
Recuerdo que después del último viaje a Europa, tuve una pequeña crisis en la que sentía que el grado de libertad que sentía en el exterior no lo tenía en mi hogar, en Buenos Aires. Y hoy conversando con una amiga logré reconocer que ya ni esa libertad añoraba de los viajes, porque había logrado sentir eso mismo ahí, en Buenos Aires, en casa. Ya la libertad dejó de estar asociada a algo, ya la libertad esta en mi corazón. Encontré aquello que estaba buscando. Y siempre estuvo, fue solo sacar muchas capas para finalmente conectar con ello.
Porque ahí estas libertad! Siempre estuviste, pero fue un largo camino de quitar todo aquello que no era, todo aquello que no soy, todo lo que espero, esperaba de mi pero que me alejaba de mi presente. Si mi presente, ese regalo de levantarme cada día, de vivir cada momento, de agradecer por cada instante que Dios, el destino, la vida, yo misma (y seguro mi buen Karma) supimos forjar.
Este sentimiento de gratitud hacia mis padres, mis vivencias, cada uno de los momentos de mi vida, dolorosos o alegres que me ayudaron a hoy estar acá, en este punto de mi vida. Las cosas por las que tuve que pasar para poder soltar un poco más aquello que no soy, las cosas que me tuve q creer para fortalecerme para poder soltar.
Soltar.
Y sigo soltando, por que estoy segura que me queda mucho por trabajar aún y dejar atrás y desidentificarme y conocerme; como esta sensación que nunca había percatada, de lo identificada que estaba con la viajera ciudadana del mundo. Pero hoy, hoy puedo empezar a solar lo que ya no es y decir que doy gracias a la vida porque me esta dando tanto. Mucho más de lo que podría haberme imaginado o deseado.
Cuoteando una amiga "Dios es muy perfecto""

(Y releyendo este texto puedo decir: que la amistad es uno de los regalos más preciados, mis amigas son realmente lo más, algunas cosas hice bien en mis vidas para mercerlas)