viernes, 6 de mayo de 2011

Estado de necesidad

Y derrepente ayer callo, como un plato roto.
Se corrió el velo y vi.
Se esfumó el humo q me envolvía
Y me encontré cara a cara con la angustia q venia canalizando x tantas vías.
Reconocí, vi, acepte que estaba sola.
Vislumbre en mi propio ser q no había otro sostén q yo misma.
El plato se había roto, ya estaba en dos mitades.
Ya no se podía "pegar".
Y allí yacía yo, sentada, mirándome al espejo, con la nariz hinchada de tanto intentar meterte maldito arito.
Nadie nadie que me pudiera ayudar, ni yo misma.
Y vos, no solo lejano a quilometros, sino empujado fuera d mi corazón. Pero aun brindandome mentalmente la sensación de capacidad d calma, pero sabiendo q no podía, que no debía llamarte.
Imaginandome tu dulce voz consolandome, tranquilizandome como a una pequeña niña asustada x un trueno.
No estando enojado x llamarte.
El estruendo d la caída del velo hizo reconocer que aun una parte de mi te necesitaba.
Pero que ya no iba a recurrir a ti, x respeto a vos y x no querer hacerte mal.
Simplemente mi corazón te necesitaba, mi niña herida necesitaba tu voz, tu cobijo.
No todo duelo se da tan rápido, no todo corazón olvida las cosas buenas.
Reconoci que había en ti, mas d lo q creía, había en mi mas d ti d lo q recordaba, fuiste mas importante de lo que lograba aceptar.

Percibi lo difícil q iba a ser lograr desarrollar esta confianza en mi y en otra persona y lo fuerte q c mantiene, a pesar d todo.

Y te necesite, pero esta vez, mas q nunca.

Sent from my BlackBerry® wireless device

No hay comentarios:

Publicar un comentario