Te extraño cuando pienso en Barcelona, no podría concebirte acá, en argentina conmigo.
Fuiste parte de mi libertad, parte de las decisiones tomadas por mí. Sentir la obligación de tener que hacer algo que no quiera no sería parte de lo que sos.
Es como que vos, solo podes existir en un viaje mío.
Una ciudad que es una mezcla entre prisión y ese pedazo de tierra que hay entre una prisón y la libertad, donde por algunos momentos puedo jugar a ser libre y dueña de mi destino, pero que al final de la jornada, vuelvo al lugar donde sigo siendo dependiente de otros, donde aún tengo que responder a responsabilidades y obligaciones.
Como traerte aquí, como mostrarte ese mundo, como dejarte ser parte o expectador, o vislumbrarte una ciudad tan bella pero en la cual tu simbolismo quedaría descolocado.
Tenerte cerca y no ser libre es algo que no puedo combinar, son alteridades.
Pero nuevamente, me nombran Barcelona y apareces tú. Tú con toda la imaginería que te puse al rededor y con todo tu condecorado, el que te dí. Tú, que de tí poco debe quedar, ya que lo que me queda de tí son los recuerdos y más que nada las sensaciones subjetivas que tuve en tu cercanía.

Que pasa si quedas anulado?
Mientras escribo esto, recuerdo, imagino, vuelve a aparecer tu voz sensual, tu voz cálida, esa voz q de alguna forma me regalo seguridad.
Yo acá, no soy la de allá. Yo acá no estoy en el momento que estaba allá. Yo acá, soy otra yo a la que se fue xa allá, pero igual, sigo siendo alguien que no se si conociste o recuerdas.
Igual quisiera volver a verte algún día, pero en un viaje mío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario