martes, 23 de julio de 2013

Yoga

Hay un pequeño detalle que no te cuentan cuando emepzas a hacer yoga,
y es el flujo de energía que comienza a correr por tu cuerpo.
Y corre por todo tu cuerpo, por todos tus chackras y no descrimina. Entonces, todo se siente un poco más fuerte tambien. Sos más conciente de tus emociones y sensaciones y, a veces, más dueño y otras muchas, tenes q empezar a hacerte más dueño de tus sensaciones.
Nadie te avisa que vas a tener q lidiar con un chackra de tierra más fuerte o con un swadhistana más fuerte. Y ahora como tenés más conciencia y sabes más lo que qeurés te cuidas más, pero eso también lleva a tener que manejar mejor algunas sensaciones.

Como por ejemplo el ver aún más la belleza de las personas al rededor tuyo, por unos isntantes ves esa luz, esa belleza en cada parte hasta en el musculo derecho del hombro de la persona enfrente tuyo. Derrpente ves la belleza del color blanco sobre una piel morena, y como unos labios marcados son perfectos en su conjunto con esas pestañas y cejas que delimitan esos preciosos, pero triztes y silenciosos, ojos marrones.
Derrepente te das cuenta que podes admirar todo aquello sin dejar de hacer a la perfeccion un equilibrio o un ejercicio de mucha fuerza. Y empezas a ser más conciente de lo que pensas, lo que mirás, por donde esta tu mente. Empezas a reconocer los truquitos de tu mente y aprendes a reirte eun poco más de vos misma. El problema es que estás en una clase y si te reis, distraes a los demás, además de que no entienden.
También te volves más sensible al tacto y disfrutas más de esos masajitos que te hacen, aunque sean con pelotitas de tenis y podes reconcoer como tu cuerpo se tensa o relaja más según la persona que los realice y según q estes pensando justo, o la fantasía que estés reconociendo de tu mente.
Y observas como el cuerpo pide por el tacto y como ese tacto ayuda a que puedas ir más profundo en la postura o el relax.
Te comenzas a reconocer como un ser, un ser en sociedad, que gusta de los otros, de su cariño.
También aprendes a saber con quién abrirte y reconoces cuando el otro, supo reconocer que te abriste y ves como ese abrirse a la persona adecuada, ayuda a que esa otra persona te muestre un poquito de ese cristal oculto que es y lleva consigo. Y a medida que lo muestra, lo vislumbras, y por verlo, permitis q esa persona se potencie aún más. Y que su belleza sea mucho más profunda que al de la perfecta combinacion de su ropa con su tono de tez o la simetria de los labios con el marco de los ojos o ese musculo perfectamente marcado cuando hace un pequeño esfuerzo.


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