Hoy la frase que ultimament rondaba en mi cabeza de "el dia que tenga mi propio puesto de trabajo, los hombres dejarán de tener tanta importancia en mi vida" empezó a suplantarse por una nueva imagen.
Una imagen en la cual, volvía de un lugar y al llegar a mi cama yacía en mi cama un un hombre bello, durmiendo, placidamente, en el cual verlo me llenaba el alma y exaltaba cada parte bella de el. Un ser con el cual tenia confianza y me sentía com en mi base segura. Una persona a la cual podía escabullirme en la cama, abrazarlo y despertarlo a besos. Compartir un encuentro pasional y profundo, lleno de cariño y carnal a la hora que fuese. Para luego desplomarme libre y dormir con su cuerpo cerca, pegado, al mío.
derrepente la idea de llegar a pensar de convivir con alguien, me pareció interesante. Cada uno tener su propia vida, sus amigos, sus salidas, sus encuentros, su trabajo, pero como constante tener a esa otra persona ahí. Un vinculo natural, no simbiotico donde cada uno tiene sus libertades, pero la seguridad del otro.
Con esa imagen me voy a dormir, con ese torso desnudo durmiendo en mi cama, con la imagen d ese alguien con el que se cuenta pero sin necesidad de una dependencia fuerte. Con esa fortaleza interna de no perderse uno mismo por otro, sino de lograr crecer aún mas, codeandose con el otro. Dos vidas separadas pero que caminan paralelas.
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